La educación secundaria presentaba una gran dispersión de saberes y cargas horarias, lo que dificultaba la posibilidad de brindar un proyecto formativo que ofreciera igualdad de oportunidades, en relación al “para qué” de la educación secundaria: formación para el mundo laboral, para la continuidad de estudios superiores y para el ejercicio pleno de la ciudadanía.
En ese contexto, se avanzó en la reforma curricular de todas las escuelas secundarias orientadas con la participación de los docentes, quienes asistieron a foros realizados en todo el territorio provincial, y se aprobaron las estructuras curriculares para al Ciclo Orientado de la Educación Secundaria (3°, 4° y 5° año).
Esta medida apuntó a garantizar igual calidad educativa a todos los estudiantes de la provincia, propiciando la definición de contenidos que, estando presentes en todas las aulas, promueven la formación de ciudadanos que actúen socialmente en un marco de solidaridad, de compromiso y de sensibilidad hacia las necesidades del contexto para fortalecer el desarrollo económico, cultural, ambiental y social de la provincia.
La aprobación de la reforma curricular determinó que las escuelas ofrezcan los títulos de bachilleres en Economía y Administración; Ciencias Naturales; Ciencias Sociales; Ciencias Sociales y Humanidades; Lenguas; Arte; Agro y Ambiente; Turismo; Comunicación; Informática; y Educación Física.
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