En el marco de la política educativa del Gobierno de Santa Fe y del Plan Estratégico Provincial Visión 2030, la concepción de Educación es entendida como igualadora en el acceso, permanencia y egreso del sistema educativo, promotora de la cohesión social e impulsora del desarrollo humano.
Nuestra política educativa provincial concibe tres ejes de forma interrelacionada e interdependiente, de modo que tanto en la teoría como en la práctica se constituyen en aspectos solidarios y coherentes de nuestra forma de entender la tarea y el desafío educativo. En el presente texto se ha procurado el tratamiento de cada aspecto por separado para favorecer su desarrollo, debate y apropiación analítica.
Actualmente, se desarrollan en la provincia de Santa Fe diversos programas de acción con la finalidad de poner en práctica la política educativa y de convertir a los ejes educativos en acciones concretas que se desarrollan a lo largo de todo el territorio provincial.
Vuelvo a Estudiar es el plan de inclusión socieducativa que el Gobierno de la Provincia de Santa Fe está desarrollando en la educación secundaria para incluir y contener a aquellos jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad escolar.
Los escenarios complejos en los que se encuentran insertos los jóvenes que abandonan la escuela secundaria por razones laborales, embarazos, repitencia y conflictividad, entre otros, requieren de la concurrencia de muchas instituciones, de la articulación de los diversos y variados programas, del diseño de un plan de trabajo y de la acción concreta en el territorio.
Por esta razón, la particularidad de este Plan radica en la articulación entre el Ministerio de Educación de la Provincia y otras áreas de gobierno como el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Salud, en el marco del Gabinete Social de la Provincia. A su vez, atiende a las peculiaridades y demandas que presenta cada municipio, por lo cual se articula con las Secretarías y organizaciones existentes en los mismos, y prevé la incorporación de otras instituciones que aborden situaciones afines a esta problemática, para así contribuir a la elaboración de acciones particulares para cada territorio.
Pensar en términos de inclusión socioeducativa requiere además contemplar las diversas realidades socioculturales de los estudiantes, reconociendo los motivos que determinan la inclusión o la exclusión, la continuidad o discontinuidad de los jóvenes en las escuelas.
Objetivos
Propender a la Inclusión socioeducativa de los jóvenes para que retomen, permanezcan y egresen de la escuela secundaria
Restituir el derecho a la educación obligatoria.
Generar articulaciones interinstitucionales que potencien el impacto vinculado con la escolarización
Elaborar trayectorias alternativas escolares que posibiliten el desarrollo de los aprendizajes a más jóvenes en la educación secundaria.
Fases
Más allá de que el armado de las acciones es artesanal y se realiza en función de las particularidades de cada región y de las situaciones que ella presenta, el Plan se elabora, se articula y se ejecuta en las siguientes etapas:
Primera Fase
Se desarrolla en el terreno, es decir en el barrio, la ciudad o la región a la que pertenecen los chicos que abandonaron la escuela. En esta instancia Equipos Territoriales1 toman contacto con los jóvenes indagando acerca de los motivos que los llevaron a dejar de asistir a la escuela y de otras problemáticas sociales que los efecten.
Esta fase tiende a la sensibilización de los estudiantes para lograr su retorno a la escuela secundaria, su inserción en otros formatos escolares y su inclusión en ámbitos culturales, deportivos, recreativos, de participación juvenil y Centros de Salud, entre otros.
Segunda Fase
Se desarrolla en el territorio y dentro de la institución escolar con el regreso de los jóvenes y el seguimiento de esta inclusión. En esta fase es importante el trabajo colaborativo entre los equipos del Plan, los supervisores, los directores, los profesores, los tutores y demás actores institucionales.
En la segunda fase se incorpora como figura clave del programa a los Consejeros Juveniles. El rol de los mismos es profundizar las intervenciones relacionadas con el proceso de inclusión socioeducativa y sus acciones son supervisadas por coordinadores.
Concretamente, el rol del Consejero consiste en realizar un acompañamiento permanente a aquellos jóvenes que se incluyeron nuevamente en el sistema educativo, actuando en la interfaz escuela-territorio.
El vínculo que establece el Consejero con el joven permite el seguimiento de los mismos en su relación con la comunidad y la escuela, trabajando aspectos de convivencia dentro y entre las instituciones, de comunicación y de vínculo con las familias y colaborando en el acompañamiento personal y académico.
Por su parte, en la escuela, el Referente Institucional es quien se encarga del seguimiento y acompañamiento de los jóvenes promoviendo estrategias para la inclusión socioeducativa, resignificando los vínculos de los estudiantes con la escuela y elaborando trayectorias escolares.2
El desarrollo de las etapas antes nombradas -primera y segunda fase- tiene períodos de Transición y de Yuxtaposición.
Entendemos por transición la posibilidad de que los estudiantes puedan realizar un pasaje prolongado, no directo entre el afuera y la vuelta a la escuela, mediando en este pasaje otras instituciones socioeducativas como los polideportivos, los centros culturales, los centros de día, entre otros.
Por yuxtaposición nos referimos a la ausencia de límites precisos entre las etapas, ya que puede no ser tan definido el regreso a la escuela, compartiendo intereses hacia el campo laboral, en los casos de sobreedad. Esto obliga a trabajar con flexibilidad entre una y otra fase y a promover posibles acciones que actúen de puente para la inclusión socioeducativa.
En este mismo marco el Plan interactúa con otros proyectos de educación, como por ejemplo “Entramando Redes”, implementado en diversas escuelas de la provincia, conformando un espacio de diálogo, intercambio de experiencias y contribución recíproca entre las escuelas que participan del “vuelvo a Estudiar” y otras instituciones del barrio. “Entramando Redes: Vuelvo a estudiar” se constituyó en un ámbito de análisis y fortalecimiento del proyecto y de sus acciones.
Ampliar el tiempo escolar representa una oportunidad para consolidar una escuela igualitaria en la Provincia de Santa Fe, que construya condiciones materiales y simbólicas para que todos puedan apropiarse de los saberes desde una propuesta pedagógica renovada.
La ampliación del tiempo escolar busca generar condiciones para mejorar la escolarización de niños y niñas con un encuadre curricular que promueva el equilibrio entre las ciencias, la cultura, los juegos, la tecnología y lo artístico.
Esta nueva propuesta curricular se enmarca en las definiciones de los aprendizajes para el nivel primario según la Ley de Educación Nacional y los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) y contempla los saberes que la escuela ha transmitido históricamente así como los que conforman el universo cultural de la contemporaneidad (TIC´S, disciplinas artísticas, otras lenguas).
El modelo pedagógico de la escuela que amplía su jornada en la provincia de Santa Fe se proyecta como una unidad, no divide su propuesta entre mañana y tarde, sino que la concibe como una totalidad donde los espacios se revalorizan. Este programa propone introducir cambios en los usos y las costumbres escolares, redefiniendo espacios como los comedores y habilitando territorios amplios de encuentro y salas con diferentes funciones (multimedia, de construcciones, etc.).
En Jornada Ampliada existen tiempos compartidos entre los alumnos de distintos turnos escolares y se organizan distintos agrupamientos con los niños de cuarto y quinto grado, redundando en mejores posibilidades de aprendizajes integrados. Más horas en la escuela favorecen la renovación de tiempos, espacios y dinámicas escolares, habilitando cambios en los agrupamientos de alumnos y docentes.
La ampliación de la jornada pensada para cuarto y quinto grado busca reparar un plano de clivaje que se produce al finalizar el primer ciclo. Esta primera etapa de la escolarización se trabajará como una unidad académica en el marco de la Resolución del Consejo Federal (N° 174/12).
Objetivos
La ampliación del tiempo en la escuela involucra a todos los actores institucionales a partir de reorganizar la jornada escolar, articular contenidos y modalidades de trabajo, distribuir y aprovechar el tiempo y los espacios en función de los objetivos pedagógicos y reestructurar la tarea del equipo directivo, docente y auxiliar.
La ampliación de la jornada tiene como principales objetivos:
Generar nuevas y mejores condiciones para el logro de aprendizajes relevantes y significativos, a fin de promover trayectorias educativas continuas y completas.
Ampliar el universo cultural de los niños y niñas ofreciéndoles diferentes posibilidades para participar en actividades relacionadas al arte, el juego, el deporte, la ciencia y las nuevas tecnologías. Promover el encuentro con los contenidos a través de múltiples lenguajes.
Renovar tiempos, espacios y dinámicas escolares.
Generar ética, estética y convivencia escolar.
Transformar las dinámicas de trabajo en el tiempo escolar completo, promoviendo un docente dispuesto a habilitar la reflexión para el enriquecimiento de la propuesta escolar.
Escuela Abierta es la forma específica que adquiere el Programa Nacional de Formación Permanente, “Nuestra Escuela”, aprobado en agosto de 2013 en el seno de la Asamblea de Ministros de Educación, y que se suma a las propuestas que la Provincia de Santa Fe viene sosteniendo en los últimos años con miras a desarrollar nuevos conocimientos y capacidades para la acción transformadora que caracteriza a todo proceso educativo. Esta iniciativa recoge el anhelo de gran parte del colectivo docente ya que se trata de una formación situada y en contexto, a la que acceden en forma gratuita y en horario de trabajo.
Escuela Abierta tiene por objetivos compartir y fortalecer los ejes centrales de la política educativa provincial, jerarquizar y fortalecer la autoridad pedagógica de las escuelas y docentes y promover la producción y circulación de conocimientos e innovación pedagógica generada desde la escuela con sus docentes, en tanto sujetos responsables de la mejora de la enseñanza y los aprendizajes.
Escuela Abierta llega a las escuelas para recuperar los ejes fundamentales de la política educativa santafesina: calidad educativa, inclusión socio-educativa y escuela como institución social, planteados como transversales a la formación.
Propuesta
Escuela Abierta busca la construcción de un espacio, un tiempo y una propuesta para que los docentes de cada escuela puedan reflexionar en conjunto sobre las problemáticas que los atraviesan, producir instrumentos de evaluación de esas situaciones y proponer formas de abordaje.
Actores principales
El programa reconoce como actores estratégicos a los supervisores, docentes, directivos, facilitadores, referentes pedagógicos y equipo de gestión.
Alcance
El programa Escuela Abierta está destinado a todos los docentes activos de todas las instituciones educativas de la provincia, a través de tres cohortes anuales sucesivas y comprende, para cada una: instancias institucionales e interinstitucionales presenciales, así como instancias formativas virtuales. En la primera cohorte del Programa Escuela Abierta participan 1.329 instituciones educativas. 291 instituciones de nivel inicial, 588 de nivel primario, 343 de nivel secundario y 107 de nivel superior.
Temáticas
Durante el primer año se abordarán las siguientes temáticas:
La educación como derecho: Inclusión socioeducativa, Calidad educativa y Escuela como Institución Social.
Inclusión socioeducativa, Calidad educativa y Escuela como Institución Social: Organizaciones, actores y contextos de la política educativa.
El discurso pedagógico en la escuela. Hacia la Escuela Abierta.
La enseñanza en clave institucional. La construcción de subjetividades solidarias como proyecto colectivo.
La enseñanza y las prácticas docentes. Multiplicidad de formatos en la Escuela Abierta.
Las trayectorias de los alumnos. Diferentes cronologías de aprendizaje.
Ejes programáticos de Escuela Abierta
- Escuela como Institución Social.
- Inclusión Socio-educativa.
- Calidad Educativa.
En el marco de la política educativa del Gobierno de Santa Fe y del Plan Estratégico Provincial Visión 2030, la concepción de Educación es entendida como igualadora en el acceso, permanencia y egreso del sistema educativo, promotora de la cohesión social e impulsora del desarrollo humano.
Nuestra política educativa provincial concibe estos tres ejes de forma interrelacionada e interdependiente, de modo que tanto en la teoría como en la práctica se constituyen en aspectos solidarios y coherentes de nuestra forma de entender la tarea y el desafío educativo. En el presente texto se ha procurado el tratamiento de cada aspecto por separado para favorecer su desarrollo, debate y apropiación analítica.
El programa Continuidad de los Aprendizajes fue diseñado para facilitar y garantizar un pasaje armonioso entre el Nivel Inicial y el Primer Ciclo de la Escuela Primaria. Se focaliza en el tránsito de los niños y niñas por el sistema educativo en sus primeros años de escolarización.
El programa busca generar nuevas e innovadoras condiciones de acompañamiento para que ese trayecto escolar -clave en la formación educativa entendida como un continuum hasta la adolescencia- se realice de manera integral, permitiendo aprendizajes de calidad y desarrollos socio-afectivo plenos para la primera infancia1.
El pasaje de lo familiar al Nivel Inicial y de éste al Nivel Primario genera en todos los que participan del trayecto -padres y niños hasta directivos y docentes- expectativas, ilusiones, el temor a lo nuevo, la alegría de continuar creciendo y aprendiendo; y siempre implica cambios de lugares, de personas, y nuevos modos de estar en y entender la vida.
Asegurar la continuidad de las trayectorias escolares desde la Educación Inicial a la Primaria requiere de un dispositivo de trabajo que permita -desde lo metafórico y lo poético, desde el humor y la reflexión, apelando a distintos lenguajes- elaborar construcciones grupales articuladas entre niveles.
Así, este proceso necesita espacios de encuentro en los cuales se puedan poner en común saberes, pareceres y experiencias. Y además, que den lugar a la circulación de nuevas estrategias y diseños de intervención, que permitan repensar y resignificar las estrategias pedagógicas para intentar nuevas articulaciones posibles que produzcan transformaciones positivas de las prácticas.
Objetivos
Generar nuevas estrategias para acompañar y fortalecer las trayectorias escolares de niños y niñas.
Promover un espacio que permita a los educadores pensar a los niños desde sus potencialidades.
Construir estrategias para garantizar igualdad de oportunidades educativas.
Fortalecer los vínculos entre los distintos actores e instituciones territoriales, para elaborar estrategias de acción en proyectos conjuntos.
Establecer una comunicación fluida que permita el sostenimiento en el tiempo de esta línea de formación, para ir dejando una capacidad instalada, un dispositivo de trabajo permanente, dinámico y participativo.
Brindar herramientas de gestión a los equipos directivos para atender y mejorar las trayectorias escolares.
Programa de capacitación y prevención de adicciones y violencias en el ámbito escolar
El Programa “Lazos”, del mismo modo que el “Plan Vuelvo a Estudiar” y el Programa “De ESI se habla”, constituye una política de Estado de articulación que suma las acciones territoriales ejecutadas desde las diferentes áreas de gobierno.
En este sentido, “Lazos” busca capitalizar los recursos y equipos territoriales con la finalidad de conformar dispositivos de prevención frente a las problemáticas de consumo de sustancias y violencias en el ámbito escolar.
El programa apunta también a fortalecer la inclusión socioeducativa y la igualdad de oportunidades y derechos. Promueve la calidad de los aprendizajes para la vida -propiciando vínculos basados en el autocuidado, el respeto, la solidaridad y la cooperación- y la participación ciudadana para la prevención -promoviendo la participación activa de docentes, adolescentes, referentes familiares y territoriales-.
Con el propósito de potenciar esfuerzos, recursos y vínculos para las acciones preventivas, en el marco del Decreto Provincial N°181/09, Lazos consolida articulaciones intrainstitucionales, reuniendo los trabajos y acciones de los equipos directivos, los docentes, asistentes escolares, los alumnos y alumnas y sus familiares y los equipos territoriales, en el abordaje de la problemática.
Objetivos del programa
Lazos busca fortalecer una concepción integral respecto al uso problemático de sustancias y del abordaje de situaciones de violencia, consolidando una mirada preventiva, específica e inespecífica, que contemple la complejidad de la problemática y los múltiples factores que inciden en ella.
Promueve además, dispositivos de prevención con la participación de diferentes actores de la comunidad educativa, a partir de la generación de confianza entre ellos y la toma de protagonismo en el cuidado, prevención y disfrute de una vida plena.
Lazos tiene como objetivo también, generar y fortalecer en cada joven el compromiso personal y colectivo en el marco del ejercicio de la ciudadanía en clave de derechos humanos y promover la construcción de redes territoriales entre instituciones del sistema educativo, otras áreas del Estado y organizaciones de la sociedad civil.
Implementación
En una primera etapa, Lazos trabaja en la conformación de Consejos de Convivencia integrados por diferentes actores institucionales y referentes familiares a través de mecanismos de participación y representación consensuados por los/as mismos/as. Los Consejos de Convivencia se configuran como espacios de reflexión, de intercambio de opiniones, que posibilitarán a la comunidad educativa instalar en la agenda institucional el tema de los comportamientos sociales de riesgo. En ellos se trata de gestar lecturas y dispositivos institucionales orientados a construir estrategias para mejorar la convivencia y para interpelar el consumo problemático de sustancias.
Los Consejos de Convivencia buscan asumir una actitud activa en la construcción de una cultura institucional y barrial, que posibilite el respeto por las diferencias, el diálogo constructivo y que aparezca como alternativa a situaciones de consumo problemático y violencias.
Para fortalecer a estos organismos y compañarlos en el desarrollo de sus funciones, se implementan encuentros de sensibilización/capacitación con nsus miembros -docentes, alumnos/as y referentes familiares-. En ellos se aporta herramientas teóricas y prácticas, a través de una modalidad vivencial y reflexiva, sobre el consumo problemático de sustancias y la violencia en el ámbito escolar.
La propuesta de sensibilización tiene un eje articulador que opera como directriz, que es aportar al diseño e implementación de intervenciones preventivas intra y/o inter institucionales. Durante esta etapa, los equipos de capacitación acompañan en la construcción de proyectos y estrategias de prevención según las particularidades de cada institución, promueven encuentros de reflexión de los actores institucionales a través de las actividades propuestas por el Consejo, colaboran con los actores institucionales en la planificación de estrategias preventivas en su zona, supervisan y acompañan a los Consejos en sus primeras experiencias, sugieren material de estudio para que puedan profundizar sus conocimientos e impulsan la creación de espacios de producción cooperativa para que los alumnos consoliden nuevos lazos.
El Programa de Orquestas y Coros de la Provincia de Santa Fe se desarrolla desde 2009 como una política de Estado, de inclusión socioeducativa y de articulación intersectorial y territorial entre el Gobierno santafesino y distintas organizaciones de la sociedad civil.
Impulsada desde el Ministerio de Educación en articulación con el Programa Orquestas y Coros Infanto-juveniles por el Bicentenario1, la iniciativa consiste en promover la formación de grupos corales y orquestas integrados por alumnos de escuelas, con el acompañamiento de instituciones intermedias. Se orienta al fortalecimiento de la inclusión; la igualdad de oportunidades y derechos entre niñas, niños y adolescentes; la calidad de los aprendizajes y la participación ciudadana.
Las orquestas y los coros constituyen un canal de expresión que permite a los niños, niñas y jóvenes explorar y manifestar sus particulares sensibilidades, aficiones e inclinaciones artísticas. De este modo, se enriquecen y fortalecen las diferentes instancias educativas que posibilitan una inserción social más profunda.
Tanto los coros como las orquestas funcionan en diferentes escuelas como sedes del programa, a las que se asocian otras instituciones educativas próximas en el territorio, haciendo extensiva la oferta a toda la comunidad.
Objetivos
El Programa de Orquestas y Coros tiene por objetivos: desarrollar el potencial artístico-musical de niños y jóvenes; generar instancias en donde niños, niñas y jóvenes se aproximen al mundo de la música por medio del canto y la ejecución instrumental, a través de encuentros y prácticas de conjunto; promover nuevos espacios de crecimiento fomentando el sentido de pertenencia al coro u orquesta y a la escuela de una comunidad determinada.
Las Prácticas Profesionalizantes (PP) son instancias de formación práctica que el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe implementa para ofrecer un primer contacto con el mundo laboral a alumnos de escuelas secundarias técnicas. Se instrumentan mediante convenios firmados entre el Ministerio de Educación y entidades (Federaciones, Cámaras, Colegios de profesionales, etc.), a través de los cuales los estudiantes puedan realizar una práctica formativa de un mínimo de 100 horas reloj (con un máximo autorizado de 20 horas semanales), y un plazo máximo de 6 meses en empresas o instituciones de la provincia.
Las PP deben ser entendidas como estrategias pedagógicas que, como parte de la propuesta curricular del nivel medio técnico, tienen como propósito que los estudiantes amplíen sus capacidades y saberes que se corresponden con el perfil profesional y laboral en el que se están formando.
Fortalecer la educación pública incluye la necesidad de revalorizar a la escuela como institución social, poniéndola a trabajar en forma articulada con las otras instituciones de la comunidad, para desarrollar estrategias coordinadas que faciliten la formación educativa en la práctica y abran oportunidades de inserción laboral.
En 2011, el Gobierno de la Provincia reglamentó e instrumentó el Régimen General de Prácticas Profesionalizantes (Decreto N° 1446). Este régimen fija las pautas y condiciones en que se pueden realizar la prácticas profesionalizantes. A partir de ese año se comenzaron a instituir formalmente acuerdos entre distintas escuelas y empresas santafesinas.
Desde 2013, a partir de reuniones entre representantes de los ministerios de Producción y de Trabajo, y de cámaras empresarias y asociaciones profesionales, se decidió ampliar la posibilidad de acción de las prácticas profesionalizantes.
Se acordó que el instrumento formal más adecuado para implementar una práctica profesionalizante era un modelo de convenio firmado entre el Ministerio de Educación y una determinada organización (Cámaras de empresas, Federaciones empresarias, etc.), que agrupara a muchas empresas. Así, las empresas particulares nucleadas dentro de la organización firmante del convenio podrían participar del programa, ofreciéndose como espacio de práctica profesionalizante para alumnos.
Dentro de los convenios están taxativamente contemplados temas de particular importancia, como los que se refieren a horarios permitidos, seguro de responsabilidad civil, cobertura de emergencias sanitarias y pautas de confidencialidad para los alumnos de la modalidad técnica.
La política educativa de la provincia Santa Fe concibe tres ejes conceptuales: escuela como institución social, calidad educativa e inclusión socioeducativa.
En el abordaje de estos ejes se prioriza la articulación con las acciones de otros niveles del Estado, con el gabinete social de la provincia y con instituciones, asi como también con los miembros del sistema educativo pronvicial, como por ejemplo las familias, cooperadoras, docentes y asistentes escolares.
Todas estas acciones se enmarcan en las siguientes Políticas Públicas:
Políticas Públicas que promueven la convivencia y la inclusión.
Políticas Públicas de mejora continua de la infraestructura y elmantenimiento edilicio.
Políticas Públicas de formacion docente y desarrollo curricular.
Políticas Públicas de bienestar de docentes y asistentes escolares.
Para la implementación de la política educativa se diseñaron dos mecanismos complementarios: los Programas de Formación Docente y los Programas de Acción Ministerial.
Mediante el desarrollo de la formación continua, el Ministerio busca desarrollar nuevos conocimientos y capacidades, además de convocar las ya presentes, para la acción transformadora que caracteriza todo proceso educativo.
En este sentido, a través de los distintos programas diseñados se refuerzan las capacidades existentes y se brindan nuevas herramientas pedagogícas que contribuyan a lograr un sistema educativo provincial con una fuerte impronta social e inclusiva y que brinde educación de calidad a los ciudadanos. De esto modo, la formación docente genera cambios en la práctica educativa y produce nuevas visiones respecto de la escuela.
La puesta en práctica de esas nuevas formas de hacer y de ver, se estructuran dentro de los programas de acción. A través de ellos, el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe convierte los ejes educativos en acciones concretas que se desarrollan en el territorio provincial.
Los Ejes de la política educativa provincial son:
Afirmar el rol social de la escuela implica pensarla como una entidad inserta en el entramado de instituciones sociales que componen un territorio y una comunidad. Esto supone, no solamente aceptar que la escuela está siendo interpelada por problemáticas sociales que impactan en su cotidianeidad, sino también entender que se constituye como un núcleo fundamental para la construcción de redes que aborden los diversos problemas sociales de forma colectiva. Pensar la Escuela como institución social requiere abrir lazos al entorno para construir una certeza: la escuela no está sola.
Pensar la Escuela como Institución Social requiere además reflexionar acerca de la compleja interrelación que se desarrolla entre los conceptos escuela, institución y sociedad; y entre estos y el contexto socio-histórico, político y cultural en el que se encuentra inmersa y los sujetos que la componen.
Teniendo en cuenta que para el proyecto político provincial, educar implica asignar un sentido diferente de ser y estar en el mundo, de trabajar hacia un horizonte en permanente movimiento, en apertura a lo otro que adviene siempre como extraño a lo igual y a ayudar a construir modos diferentes de comprensión, de pensamiento y de aprendizaje, es que se concibe a la escuela como un escenario posible para la asignación de nuevos sentidos a la vida, de nuevos modos de aprender, pensar, hacer, ser y estar con otros; como espacio habitable; como lugar de protección garante de la integración y conexión con el mundo cultural externo a ella y como un espacio que contribuye a la construcción de subjetividades necesarias para la incorporación a una ciudadanía
responsable”1.
Desde esta perspectiva, la escuela en tanto institución -ley, norma, modo o manera de vincularnos entre sujetos- debe pensarse como una organización de la sociedad dentro de una estructura de gobierno con capacidad de transmitir saberes y producir cambios
sociales.
Pensamos en una escuela que revise su historia, que sea crítica y consciente del origen común de las instituciones de la modernidad basadas en el encierro y el disciplinamiento, pero que, con los pies en el presente, sea protagonista de procesos de apertura hacia el entorno y promotora de igualdad en la sociedad del futuro. Cuando hablamos de esto hacemos hincapié en la construcción de subjetividades a partir de la acción política de educar en valores, participación, solidaridad, democracia, diálogo y
respeto.
La escuela como institución recrea y reproduce en los actores sociales ciertos valores y bienes culturales seleccionados en un proceso de lucha de intereses entre distintos grupos y sectores sociales, luchas que se expresan y concretan en su propuesta curricular, ya que se trata de una institución cuya función es asegurar el acceso a saberes socialmente legitimados. En efecto, la escuela es uno de esos espacios que deja marcas y huellas en los sujetos en tanto se dedica a enseñar, en palabras de Estanislao Antelo, “al reparto de signos entre las nuevas generaciones” (Antelo, 2009).
Teniendo en cuenta que concebimos a la escuela como un territorio interconectado en diferentes ramas nodales que no se paraliza ni se diluye ante la complejidad, sino que la entiende y aporta desde su lugar a la idea de un desarrollo local sostenible, se plantea volver a la idea de “reconectar” los distintos ámbitos de vida y de participación de los/as ciudadano/as para que comience a forjarse en las conciencias de los mismos/as la idea de un todo común, de un proyecto colectivo donde la igualdad conviva en la diferencia y
en la libertad.
1 Educación Secundaria. Ciclo orientado. Orientaciones curriculares. Diseño curricular de la provincia de Santa Fe para el ciclo orientado de la educación secundaria. Diciembre 2013.
http://www.santafe.gov.ar/index.php/educacion/content/download/191117/931874/file/C.Orientado-
Dic.2013.pdf
La inclusión socioeducativa hace imprescindible la construcción de la igualdad de oportunidades para el acceso, la permanencia, el aprendizaje y el egreso de los niños, niñas, jóvenes y adultos, a través de las distintas instancias educativas que posibiliten una inserción social profunda. Esta inclusión socioeducativa se sostiene en los valores de solidaridad y emancipación: solidaridad para dar lugar y atender las situaciones de aquellos sujetos con derechos vulnerados; emancipación como perspectiva de trabajo cuyo horizonte es la construcción de sujetos autónomos y responsables.
En el marco de la política educativa provincial hablar de inclusión socio-educativa implica superar algunas interpretaciones instaladas que han estructurado el sistema educativo. Históricamente inclusión educativa significó, en primer lugar, acceso material a la escuela -es decir todos en la escuela-, expansión de la cobertura a toda la población infantil y obligatoriedad con la correspondiente ampliación de cantidad de años de escolaridad -es decir igualdad de oportunidades de acceso como forma de asegurar la inclusión-. En segundo lugar significó igualdad social, teniendo en cuenta que “todos en la escuela” no es garantía de igualdad ya que no todos aprenden lo mismo, porque enseñar lo mismo a todos no es garantía de que todos aprendan los mismo, ni de que se generen trayectorias escolares completas. De este modo, la inclusión educativa se ha expresado y se expresa en políticas compensatorias. Dado que no es suficiente con que esten todos en la escuela, ni con enseñar a todos lo mismo como si fuese sinónimo de igualdad o inclusión, la justicia distributiva es para nosotros una forma incompleta de entender las cuestiones educativas.
Cuando hablamos de inclusión socio-educativa en el terreno educativo, apelamos al concepto de justicia curricular2 (Connell, 2006), porque para que haya inclusión educativa debe haber un currículum que contemple los intereses de todos, incluyendo los de los menos favorecidos. La justicia curricular no sólo se materializa en documentos curriculares como prescripciones, sino también en acciones de acompañamiento a las trayectorias de los alumnos, de formación para los docentes en ejercicio y de vinculaciones interinstitucionales entre organizaciones del estado y de la sociedad civil - que en nuestra provincia se plasman en programas como “Vuelvo a estudiar”, “Lazos”, “Continuidad de los aprendizajes” y “Sabores y saberes”, entre otros-.
En este sentido, la política educativa no se constituye en un conjunto cerrado y aislado de medidas técnicas, sino que se ubica en continuidad de los principios de justicia elegidos por una sociedad. Así, garantizar el derecho integral a la educación es un gran desafío ya que significa garantizar el ingreso, la permanencia, el aprendizaje y el egreso para todos los santafesinos.
En este sentido, el modelo de escuela que se propone exige revisar las condiciones de aprendizaje, la organización institucional, las pedagogías y el currículum desde las perspectivas de todos los sectores sociales y, en particular, desde la perspectiva de aquellos para quienes la escuela no fue originalmente concebida. Exige también fortalecer la educación pública como un espacio para todos, donde sea posible el encuentro en la diferencia, la reconstrucción de los lazos sociales y la recuperación de inscripciones culturales comunes, que unan y amparen a individuos diferentes. Lejos de perseguir un universalismo homogeneizador, la recuperación de lo común se complementa con la necesidad de reconocer la diferencia cultural.
Entendemos que la escuela debe promover un modelo didáctico flexible y plural, que permita atender las diferencias de origen, de manera que el acceso se ajuste a los intereses, ritmos y motivaciones de todos los alumnos, sin importar cuáles sean sus códigos de consumo cultural. Es importante modificar aspectos del funcionamiento de nuestro sistema educativo, eliminar las prácticas escolares segregativas y propiciar la búsqueda de estrategias, metodologías y espacios incluyentes posibilitando que el derecho de Educación para todos sea una realidad.
Para que la escuela se vuelva incluyente se tienen que identificar las barreras de aprendizaje, y en este sentido, es el Estado fundamentalmente quien debe asumir medidas positivas que las remuevan. La escuela inclusiva está sustentada en una pedagogía que se opone a la selección jerárquica y propone la voluntad explícita de que los alumnos se desarrollen en un contexto escolar respetuoso de la diferencia cultural.
La idea de inclusión se diferencia a su vez de la de integración, ya que ésta última supone conceptualmente la preexistencia de una separación o segregación donde una parte de la población escolar se encuentra fuera del sistema educacional regular y debe ser integrada en este. En dicho proceso, el sistema permanece más o menos intacto, mientras que quienes deben integrarse tienen la tarea de adaptarse a él. En oposición a esta idea, la concepción de escuela inclusiva, en y para la diferencia, forma parte de un proceso más amplio y complejo, que supone crear un contexto de aprendizaje inclusivo desarrollado desde el marco de un currículum común y atendiendo a las diferentes formas de apropiación de los sujetos.
El proyecto institucional o escolar, la propuesta curricular, el proyecto de aula y el plan de atención individual deben aportar a una verdadera inclusión educativa. De este modo constituyen un marco de reglas y criterios, habilitan el tratamiento de los desacuerdos entre los participantes -incluidos los alumnos- y conforman los encuadres para la tarea cotidiana de enseñar. Entendido de este modo, el currículum es una herramienta dinámica y flexible que atiende al desarrollo de cada niño, niña, joven y adulto, tomando en cuenta la realidad social y cultural del entorno.
En una sociedad cambiante y atravesada por aristas muy complejas, la escuela no escapa a esta realidad, todo lo contrario, aunque muchas veces intenta resistir a los conflictos, estos igualmente irrumpen en las aulas y afectan a todos los actores de la educación.
Hoy el reto es desarrollar una pedagogía que posibilite incluir a todos los niños y jóvenes dándoles un lugar de protagonismo, logrando constituir nuevos espacios para albergar y favorecer la construcción de subjetividades en un trabajo que permita al educador dar lugar a los tiempos de cada sujeto que aprende.
Corrernos de la idea de que para lograr aprendizajes equivalentes hay que apelar a enseñanzas similares es hoy un gran desafío que nos lleva a tener que trabajar con el concepto de cronologías de aprendizaje y a plantearnos que la idea de aprendizaje monocrónico -aquel que sigue un ritmo igual para todos- debe ser interpelado para que podamos dar un salto desde las trayectorias escolares incumplidas hacia trayectorias escolares continuas y completas3.
Para poder desterrar el mandato homegeneizador de la escuela es necesario revisar la propuesta formativa y el aporte que brinda. El sistema educativo en su organización enmarca lo que se llama trayectorias escolares teóricas que son itinerarios que siguen una progresión lineal prevista por éste en los tiempos marcados por una periodización estándar. Tres rasgos del sistema educativo son especialmente relevantes para la estructuración de las trayectorias teóricas y son: la organización del sistema por niveles, la gradualidad del currículum y la anualización de los grados de instrucción. Pero si analizamos las trayectorias reales de los sujetos, podemos reconocer itinerarios que determinan escolarizaciones de modos heterogéneos, variables y contingentes.
Hoy debemos tener puesta la mirada en la transformación del problema de la inclusión, que trae consigo una preocupación por asegurar, desde las políticas educativas, que los sujetos realicen trayectorias escolares contínuas y completas, y romper así, con la inflexibilidad de nuestros desarrollos pedagógicos-didácticos.
2 Connell, Robert. Escuelas y justicia social (3ra reimpresión ed.). Madrid: Morata. 2006.
Cuando hablamos de calidad educativa, la entendemos no como la apropiación individual de una colección de conocimientos enciclopédicos, sino como la construcción colectiva de saberes socialmente relevantes, como la forma específica en que las generaciones adultas nos hacemos cargo de la transmisión, en tanto acto de pasaje, a las nuevas generaciones para instituirlas como sujetos del conocer, no solo acercándolas a un conjunto de saberes, sino también a una forma respetuosa, participativa y democrática de habitar y construir el mundo. Asimismo, entendemos a la calidad educativa como un concepto que se hace cargo de democratizar la distribución de saberes y los procesos de formación para construir igualdad social. Por ello, en la medida en que hablamos de una educación de calidad vinculada a la construcción de calidad social -y por eso mismo para todos- hacemos referencia también a una calidad educativa indisolublemente ligada a la inclusión socioeducativa de todos los santafesinos.
Hablar de calidad educativa es poner en juego un concepto polisémico, muchas veces connotado negativamente por el uso ligado a la evaluación en términos de eficiencia y a los sistemas de medición implementados en la década de los 90. De todos modos, como los conceptos no son palabras aisladas sino enunciados enmarcados en una red, nos interesa señalar que para la política educativa provincial una educación de calidad es «aquella que permite a todos aprender lo que necesitan para el momento y la circunstancia en la que viven»”4 (Rojas Mix, 2008).
Una educación de calidad está intimamente ligada a la inclusión porque de lo que se trata es de ofrecer a los estudiantes posibilidades de aprender, de constituirse en sujetos de su educación y de emanciparse como resultado de su paso por la escuela. Trascendiendo las necesarias condiciones materiales -edilicias, de equipamiento, de recursos tecnológicos- una educación de calidad es aquella que sostiene la igualdad de las inteligencias ya que el punto de partida de cualquier aprendizaje no será nunca lo
que se ignora sino lo que se sabe5.
Partiendo del concepto de calidad educativa es necesario generar también condiciones y recursos en las instituciones, tendientes a priorizar en la educación aspectos cognitivos, reflexivos y de valor, que promuevan el pleno desarrollo de nuestro niños, niñas, jóvenes
y adultos. Para poder lograrlo, concebimos la educación como tarea compartida, que implica interacciones y diálogo continuo entre diferentes actores, contextos y organizaciones.
La calidad educativa también está asociada directamente a la formación docente, con una visión integral, permanente, que revalorice y le dé lugar al saber de cada uno de los actores del sistema educativo. Es imprescindible dar visibilidad a lo que se viene haciendo bien, producir saber pedagógico acerca de dichas experiencias y compartirlo entre los actores del sistema para que pueda ser apropiado y adaptado a cada realidad.
Con todo y pese a las exigencias de las que es objeto, es preciso sostener la vigencia de la institución escolar, aún sosteniendo que se requiere otra forma de organizar el espacio, el tiempo, las actividades y las relaciones sociales en el aula y en la escuela. Es necesario transformar la vida del aula y de la escuela, de modo que puedan vivenciarse prácticas sociales e intercambios académicos que promuevan la solidaridad, la colaboración, la experiencia compartida -experiencias entendidas como “aquello que forma y transforma”-, así como también, otro tipo de relaciones entre el conocimiento y la cultura, para estimular la búsqueda, el contraste, la crítica, la iniciativa y la creatividad.
Esta forma de pensar la escuela nos invita a revisar las prácticas pedagógicas y sociales que tienen lugar en el aula en particular y en todo el ámbito escolar en general.
3 Terigi, Flavia. Las cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las trajectorias escolares en la escuela secundaria. Conferencia pronunciada en la Jornada “Entramando redes. Jornada de socialización de experiencias de inclusión socioeducativa del plan “Vuelvo a estudiar”. Rosario. Año 2013.
4 Rojas Mix, Miguel. El compromiso social de las universidades de América Latina y el Caribe. Conferencia realizada en la Facultad de Derecho de la UNR. Año 2008.
5 Raciere, Jacques. El maestro ignorante. Buenos Aires. El zorzal. 2007. Sobre la idea de “igualdad de las inteligencias” se puede ver también: Ranciere, Jacques. El desacuerdo. Política y filosofía. Buenos Aires. Nueva Visión. 2010.
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