Huellas, Trazos y Trazas
Este libro que reúne escritos de educadores resulta de un tiempo que, para todos los que formamos partevoluntariamente de Huellas: trazas y trazos para pensar con otros, se ha vuelto sinónimo de una épocaentrañable, intensa, preparada, esperada, reflexiva, disfrutada. De ese tiempo de trabajo quedan estostextos, trazas y trazos que hoy componen los capítulos que invitamos a leer y que consisten ni más nimenos en un manojo de vínculos respetuosos que nos permitieron colectivamente ejercitar la confianza,re-aprender a escuchar, buscar modos cuidadosos de comentar y aportar a través de los cuales fuimosintercambiando perspectivas renunciando a que “una” se volviera “la correcta”.
¿Por qué haber invitado a escribir?, ¿por qué aceptar teniendo como telón de fondo principios, ideas,propósitos sin atender en demasía al hecho de cumplir con el formato de un género literario? Quizás,sencillamente, porque entendimos que toda escritura es un esfuerzo para que los olvidos no desalojen aalgunos recuerdos, para que queden trazas de lo hecho, lo reflexionado, lo que conmovió y dio a pensar,y, como lo señala Pontalis, para que la traza no quede muda había que hacerlo con otros.
Graciela Frigerio
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