El trasplante de médula ósea o células madres
Es un tratamiento médico indicado en personas con enfermedades de la sangre graves o terminales. Las células contenidas en la médula ósea son células madres encargadas de producir:
- glóbulos rojos, que transportan el oxígeno a los tejidos
- glóbulos blancos, que combaten las infecciones en el organismo y se ocupan de la vigilancia inmunológica
- plaquetas, que participan del proceso de coagulación de la sangre.
La médula ósea es un tejido esponjoso ubicado en la parte central de los huesos, donde se fabrican las células sanguíneas. Estas células circulan en la sangre cuando se estimula su salida de la médula ósea y también se encuentran en la sangre del cordón umbilical y de la placenta.
Las células madre pueden ser donadas en vida por un familiar compatible o un donante voluntario. Para efectuarlo, en una primera etapa, al paciente se le destruyen las células enfermas mediante tratamientos que combinan quimioterapia y/o radioterapia y a continuación se infunden al paciente las células extraídas del donante.
Finalmente, si el tratamiento es exitoso, éstas reemplazarán a las enfermas y comenzarán a producir células sanguíneas propias y saludables en un plazo relativamente corto.
Dentro del grupo familiar, los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita un trasplante de células madre, debido a las características hereditarias comunes que los suelen hacer compatibles. Sin embargo, sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, por eso se promueve la donación entre personas no emparentadas y se recurre a registros internacionales de donantes voluntarios.
Estos registros internacionales constituyen la Red BMDW, que agrupa a 54 registros de 40 países con más de 12 millones de donantes efectivos.