La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAl), que depende del Ministerio de Salud, continúa con las capacitaciones gratuitas en manipulación de alimentos, que ya realizaron 27.730 personas en toda la provincia. Esta semana fue el turno para más de 250 estudiantes de 5º y 6º año, de siete instituciones de la ciudad de Santa Fe: Nº 391 Zapata Gollán, Nº 655 Paula Albarracín de Sarmiento, Nº 389 Julio Migno, Nº 481 Esteban Echeverría, Nº 645 Jacobo Thompson, Nº 3059 Nuestra Señora de Fátima y el Instituto N° 4044 Sol. La capacitación se desarrolló en dos jornadas, en la sala Alberdi de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, a partir de un convenio con el Ministerio de Educación.
A través de estas capacitaciones, que brinda en toda la provincia la red de trabajo de la Agencia, los alumnos del último año de escuelas secundarias egresan con el Carnet de Manipulación de Alimentos, un documento obligatorio e intransferible para quienes producen, elaboran, fraccionan, comercializan o transportan alimentos o sus materias primas. De esta manera, la formación que se ofrece de forma gratuita, abre oportunidades laborales para los estudiantes al finalizar sus estudios.
El carnet como herramienta laboral
Al respecto, el Secretario de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria, Eduardo Elizalde, explicó que “gracias al convenio que tenemos hace algunos años con el Ministerio de Educación de la provincia, todos los chicos que están terminando la escuela secundaria pueden capacitarse en manipulación de alimentos y recibir el carnet, que es una herramienta laboral sumamente importante”.
Entre los beneficios de realizar la formación y contar con ese documento señaló que “a aquellos chicos que no siguen estudiando una carrera, les facilita el ingreso al mundo del trabajo en las empresas de alimentos donde es requisito obligatorio tenerlo. Eso hace una diferencia y es una ventaja competitiva desde el punto de vista de la inserción laboral”.
“Por otro lado, también es una oportunidad para aquellos que continúan con estudios en una universidad y necesitan hacer algún tipo de actividad gastronómica, trabajar durante los fines de semana para costearse los estudios. Y si no lo necesitan para estudiar o trabajar, la formación en la manipulación de alimentos es vital para proteger la propia salud”, agregó el secretario de la ASSAl.
En la capacitación “los estudiantes aprenden todo lo referido a la manipulación del alimento, desde el ámbito nutricional y sanitario, es decir, sobre los riesgos que conlleva la manipulación del alimento y todos los cuidados que hay que tener, sobre todo para evitar enfermedades de trasmisión alimentaria (ETA)".
“La capacitación dura siete horas, con un examen final que acredita el conocimiento y luego una certificación. El carnet se entrega de manera digital y tiene una vigencia de tres años”, concluyó Eduardo Elizalde.