Ante el estado de emergencia que presentaba el mismo, desde la inspección se determinó proceder a la demolición, la conformación de un terraplén para utilizar como desvío de tránsito y la posterior construcción de una nueva estructura.
La nueva conexión será de unos 24.5 metros y estará conformada por siete tramos de hormigón armado de 3.5 cada una, con un ancho de calzada de 9 metros y las barandas metálicas pertinentes.
En primera instancia, desde Vialidad se llevaron a cabo tareas preliminares de señalización preventiva, restrictiva y los correspondientes anillos de cierre con el fin de clausurar la circulación de tránsito pesado e indicar el camino para vehículos livianos. En tanto, durante la última semana, la empresa contratista comenzó a ejecutar la demolición del tablero principal del puente.
Las tareas, que tienen lugar entre las rutas provinciales 277-S y 90-S, contarán con un presupuesto de $54.480.000 y un plazo de ejecución de 6 meses.