La iniciativa fue impulsada por el Rector, Dr. Rubén Ascúa, quien habilitó todos los medios e instrumentos para que la Universidad se aboque a atender la emergencia en un trabajo sinérgico entre las universidades públicas, el sector salud, actores sociales y productivos. “La UNRaf no puede mantenerse ajena a este problema que enfrenta nuestra sociedad. Las Universidades Nacionales como actores fundamentales del Estado, debemos poner a disposición de la sociedad todas nuestras capacidades para mitigar los efectos de esta pandemia”, subrayó Ascúa.
Durante este proyecto se hizo foco en apoyar la investigación y desarrollo a través de la vinculación institucional tanto a nivel local como en diálogo con Vicepresidencia de Asuntos Tecnológicos de CONICET, con Fabricaciones Militares a través de una visita técnica y recomendaciones, así como diversos centros de investigación de otras provinciales para compartir experiencias. El proyecto muestra como la coordinación institucional responde frente a un desafío social, validando el camino del desarrollo tecnológico santafecino.
En este momento, este dispositivo se encuentra en proceso de diseño y ajuste de detalles y en fase de pruebas y validaciones basadas en protocolos. La experiencia productiva y empresarial del Grupo INBIO y el conocimiento tecnológico del CenTec, hicieron viables llegar a esta etapa del proyecto.
LA TECNOLOGÍA
Para apoyar el ciclo de respiración de pacientes con insuficiencia respiratoria es necesario asegurar condiciones de presión y de flujo que no son posibles manualmente. La automatización del ciclador permite al médico configurar esas variables en función de las necesidades puntuales del paciente y así sostener su ciclo respiratorio. Este es un dispositivo que puede suplir algunas de las funciones de un respirador artificial, pero no es un reemplazo.
“Algo fundamental en un ciclador es que el circuito asegure que el aire que entra está debidamente filtrado para evitar cualquier contaminación y, sobre todo, que el virus no sea aerolizado, es decir, que se lo filtre para que no se libere al ambiente”, explicó Luis Silva, investigador del Centro de Investigación Aplicada UNRafTec y del CONICET, quien coordina el proyecto.
Para garantizar que los materiales y elementos que entran en contacto directo con la persona hospitalizada –el circuito paciente- sean seguros, el equipo trabajó con elementos estándares, ya probados para uso médico. “Esto nos da la seguridad de que todos los elementos, como mangueras y válvulas, son elementos con certificación de ANMAT y no generan riesgo para el paciente”, subrayó Silva.
Por fuera de este “circuito paciente”, el ciclador cuenta con un circuito electromecánico que es el que permite la configuración de los parámetros por parte del médico y realiza el movimiento que comprime y expande un almacenador flexible -es una vejiga hecha de un polímero especial también llamada AMBU- del circuito paciente. De esta forma no hay interconexión entre las partes electromecánicas y las partes médicas.
Dejar instaladas las condiciones para otros futuros desafíos es vital para la ciencia y la tecnología de la provincia, este es un ejemplo, además del dispositivo, se puso en funcionamiento un banco de pruebas para testeo del prototipo a través de un circuito neumático que emula la respuesta de pulmones humanos.
SANTA FE CON CAPACIDADES DE INNOVACIÓN
De forma emergente se presentaron a la provincia más de 120 propuestas de re conversión de industrias para la producción de insumos críticos, piezas partes componentes para equipos de asistencia respiratoria, productos, fabricantes o insumos para elementos de protección, seguridad o higiene, grupos de investigación con condiciones de desarrollar kits de detección, sanitización hospitalaria, desarrollo tecnológico y software, como también un gran ecosistema de empresas de base tecnológicas que reafirmaron su compromiso por la investigación y producción de valor.