El subsecretario del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Juan Martinez Saliba, emitió este lunes una resolución y una orden interna para implementar medidas de restricción a los presos de alto perfil.
En referencia a esto, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, sostuvo que “no puede ser custodiado de la misma manera un delincuente común que aquel que pertenece a bandas criminales organizadas. Estas modificaciones tienen como objetivo elevar el nivel de seguridad para evitar que se infrinjan las normas”.
“El Servicio Penitenciario debe ser quien decida el lugar y las condiciones de alojamiento, porque es quien sabe cómo hacerlo”, agregó el funcionario.
Por su parte, Martínez Saliba mencionó que “este trabajo se viene realizando hace seis meses y consistió en tres etapas: la primera fue la construcción de nuevos pabellones para el alojamiento de internos de alto perfil, para una capacidad no superior a cinco internos, con inhibidores de señal, con cámaras de videovigilancia, y centros de monitores en cada penal y en la Dirección General del Servicio Penitenciario. Las otras dos etapas consisten en la emisión de la resolución y la orden interna; y la tercera la aplicación de las medidas de restricción”, explicó.
Asimismo, el funcionario dijo que “consideramos que esto fue absolutamente necesario y lo ha pedido en reiteradas oportunidades el ministro Pullaro debido a que no es lo mismo la custodia de un interno que pueda formar parte de una presunta banda narcocriminal, alguna banda enmarcada en proceso de asociación ilícita, o bien de amenazas o amedrentamientos que fueron de público conocimiento en la provincia, a un interno condenado por robo o hurto”.
Por último, Martinez Saliba concluyó que “entendemos que esta medida es sumamente necesaria para la seguridad de la provincia de Santa Fe y por ello decidimos dictar estas normas para evitar mayores inconvenientes”.
MEDIDAS A IMPLEMENTAR
Los traslados y custodias de los internos de alto perfil ya tenían algunas medidas especiales, pero a raíz de lo sucedido en los últimos meses se ampliarán las restricciones. En la Unidad 1 del penal de Coronda se encuentran habilitados los pabellones 15 y 16, mientras que en la cárcel de Piñeiro los pabellones 25, 26 y 27.
La orden determina los siguientes puntos:
>> Se evitará el alojamiento en solitario de los internos de alto perfil.
>> Se minimizará el contacto entre grupos antagónicos.
>> Instalarán inhibidores de señal en cada pabellón.
>> Habrá un control directo por medio de cámaras de videovigilancia que permitan una completa visualización de los espacios comunes, puertas, ventanas de los pabellones, ingreso al pabellón y guardia.
>> Las visitas solamente podrán ingresar lo que consumirán en el día y el peso no podrá ser superior a 1,5 kilogramo por visita.
>> Se establece un régimen especial de requisas edilicias.
>> Las entrevistas con los abogados y con otras visitas que no sean familiares directos se realizarán en boxes de visita con blindex de por medio, sin ninguna excepción.
>> Las visitas se limitan a familiares directos (padres, hermanos, pareja, hijos del interno y de su pareja) previa acreditación fehaciente del vínculo y no podrán ser 2 en simultáneo por interno.
>> Los visitantes serán requisados antes y después de la visita, según los protocolos establecidos.
>> El personal que cumpla funciones de celador y encargado de monitoreo, así como los funcionarios de Guardia Operativa de la Restitución del Orden (GORO) en estos espacios, no podrá utilizar telefonía móvil.