Ante la presencia de casos de tripanosomiasis bovina en el territorio santafesino, la Secretaría de Lechería Ganadería y Recursos Naturales del Ministerio de la Producción trabaja, en forma conjunta con el Senasa, la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral y el Colegio de Médicos Veterinarios, para brindar asistencia personalizada con técnicos a los productores afectados.
En este marco, desde la cartera productiva se recomienda:
<<< Controlar la presencia de vectores hematófagos en animales en pie y en el ambiente;
<<< Utilizar material descartable;
<<< Al ingresar nuevos animales al predio, asegúrese de que provengan de rodeos sanos;
<<< Ante la presencia de cuadros de decaimiento y anemia, consultar al corresponsable sanitario para que lleve adelante el diagnóstico correspondiente;
<<< En animales con signos clínicos compatibles, o ante casos positivos a Trypanosoma vivax por técnicas de laboratorio reconocidas, hacer el tratamiento de los mismos únicamente con drogas autorizadas;
<<< Notificar a la oficina del Senasa ante la sospecha o confirmación de algún caso.
SOBRE LA ENFERMEDAD
La tripanosomiasis es una enfermedad parasitaria que afecta principalmente al ganado bovino como así también búfalos, cabras, ovejas y animales silvestres. Trypanosoma vivax es el agente causal más importante detectado en el ganado vacuno. La Trypanosoma no afecta al hombre.
Es transmitido a animales susceptibles de forma mecánica por insectos hematófagos que se alimentan de sangre, como tábanos, moscas de los cuernos y objetos capaces de transportar sangre de un animal a otro mediante agujas, mochetas, etc.
El parásito vive en la sangre y clínicamente se caracteriza por causar fiebre, anemia grave, emaciación, desórdenes nerviosos, disminución de la producción, abortos, pudiendo ocasionar la muerte de los bovinos afectados. Asimismo, la enfermedad puede presentarse como subclínica, es decir, sin manifestaciones de signos clínicos.
La aparición de esta enfermedad podría estar asociada a la concentración de animales, fenómenos climáticos que favorecen el aumento de la población de insectos vectores y el mal manejo del instrumental (no usar material estéril-agujas descartables).
Es de vital importancia realizar el diagnóstico lo más rápidamente posible para minimizar los riesgos de diseminación. El mismo se realiza mediante técnicas de laboratorio que consisten en tomar muestras de sangre donde se observa la presencia del parásito. Extraer muestras con anticoagulante y remitir dentro de las seis horas posteriores.
No existe vacuna ni modo de inmunizar a los animales. Todo animal que se enferma y es tratado a tiempo puede recuperarse pero queda como portador de la enfermedad pasando a ser una posible fuente de contagio para el resto del rodeo. Ese animal puede volver a padecer la enfermedad, ya sea por un nuevo contagio o un recrudecimiento de su estado de portador.