Twittear

Enviar

Imprimir

El contexto actual nos exige un Estado más capaz, ágil, articulador e integrado. Un Estado moderno, con capacidades estatales potenciadas.

Hablar de capacidades estatales conecta con la tarea de transformar las competencias laborales de las y los servidores públicos, quienes “mueven” el aparato estatal desplegando las políticas públicas en todo el territorio. Una transformación que requiere reinventar el sistema de empleo público de forma integral, para orientar los comportamientos de las y los agentes, de modo que contribuyan a un mejor accionar estatal.

Entre otras estrategias, se trata de desarrollar y expandir el conocimiento, la formación continua, la capacidad de aprender a aprender. Mantener abierta, inquieta, la natural predisposición para aprender y capacitarnos en el contexto del trabajo. Encender la motivación, activar nuestro modo aprendiz.

Superar la dimensión de lo individual: compartir el conocimiento, canalizarlo, viralizarlo. Entramar redes de aprendizaje, haciendo convivir lo formal con lo informal, recuperando todas las ventajas del aprendizaje colaborativo.

Utilizar las tecnologías para que se multiplique y fluya, atravesando paredes de edificios, tabiques de oficinas, fronteras administrativas, límites jurisdiccionales. También superar un modelo burocrático del Estado que “funciona” con compartimentos estancos.

En contextos como los actuales, las respuestas deben ser más híbridas que puras, más múltiples que únicas, más diversas que uniformes, más flexibles que rígidas. Para esto se requieren capacidades estatales cada vez más amplias y complejas y una función pública profesionalizada. Para ello, la formación pública representa una llave valiosísima.

Presente y futuro de la Formación Pública

Transitamos un cambio social profundo: del saber delimitado hacia una cultura del conocimiento múltiple e incierto. No alcanza con almacenar información, sino desarrollar capacidades que aporten ideas y metodologías sobre qué hacer con dicha información. Todo ello en un contexto fuertemente impactado por las tecnologías (Temporelli, 2021).

En ese marco, como organismo de Formación pública de la provincia nos vemos desafiados a asumir nuevas formas de desarrollar y acompañar los procesos y experiencias de aprendizaje de las y los agentes.

Aprendizaje ubicuo, ecosistema de aprendizaje, comunidad de aprendizaje son términos de un nuevo paradigma que ya hace tiempo viene resonando.

Sin embargo, somos conscientes que estas nuevas propuestas deben engranarse a procesos globales de modernización del Estado. Una relación dialógica en la que la transformación del Estado le da un sentido a la capacitación, y la capacitación promueve y empuja ese proceso de modernización.

Modo Aprendiz “Activado”

Partimos de una idea: nuestra Dirección debe terminar de desprenderse de esa orientación cerrada y tradicional de transmisión del conocimiento, mediante cursos que concluyen con una certificación formal. Concluir se utiliza en toda su literalidad: una oferta unidireccional, limitada, circunscripta a un espacio aúlico (presencial o virtual) que allí se agota.

Con la inspiración de estas ideas y el concepto de “Modo Aprendiz Activado” (o Modo Aprendiz “ON”, emulando el encendido en un dispositivo digital) nos proponemos:

• Abrir canales para escuchar las diversas miradas sobre la formación y necesidades formativas, en especial aquellas de las y los agentes.
• Experimentar, combinar, innovar en modalidades y metodologías de formación, en especial las híbridas.
• Conectar, articular, tejer redes con otras áreas, gremios e instituciones educativas.
• Impulsar espacios de intercambio para la generación de conocimiento distribuido y aprendizaje expandido.
• Construir una plataforma de propuestas en la que confluya lo interno (propio de la APP) y lo externo, con el propósito de multiplicar las oportunidades de profesionalización.
• Acompañar a mandos medios y superiores de la APP con estrategias para promover el aprendizaje continuo y la gestión del conocimiento en sus oficinas y entre oficinas.