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El 28 de septiembre de 2016, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrando por los jueces José María Escobar Cello, Luciano Homero Lauría y la jueza María Ivón Vella, dió a conocer la sentencia en la causa conocida como “Góngora y Nasatsky”. Este juicio comenzó en Santa Fe el 23 de junio del mismo año por apropiación y alteración de identidad de un bebé nacido durante la última dictadura.

Cecilia Ramona Góngora fue condenada a la pena de 8 años y Elsa Gladys Nasatsky, a la pena de 6 años de prisión. Los delitos que se les imputaron fueron: retención y ocultamiento de un menor de diez años previamente sustraído; alteración del estado civil de un menor de diez años y falsificación ideológica de documento público. Danilo Sambuelli (ex Jefe de Inteligencia de la Brigada Aérea de Reconquista), tercer imputado, murió en 2014 tras ser condenado a 21 años de prisión por delitos de lesa humanidad.

José Roberto Maulín Pratto, víctima de esta causa, nació en Reconquista el 26 de marzo de 1977 y fue inscripto con la identidad falsa de José Luis Segretín. Fue apropiado por Cecilia Góngora y su esposo, José Ángel Segretín (quien falleció antes del inicio de la causa). Por su parte, Elsa Nasatsky fue la obstetra que certificó el nacimiento de la víctima como hijo biológico de Góngora y Segretín. Es el nieto número 120 al que Abuelas de Plaza de Mayo restituye su identidad, sustraída durante la última dictadura cívico militar.

Rubén Maulín, padre biológico de José Roberto, actuó como querellante en la causa, asistido legalmente por los abogados José Adrián Zaragoza, Guillermo Munné y la abogada Lucila Puyol. La representación del Ministerio Público estuvo a cargo del Fiscal Martín Suárez Faisal.