Atención segura del embarazo y el parto
Derechos humanos y desarrollo humano comparten una visión y un propósito que es garantizar la autonomía, el bienestar y la dignidad de los ciudadanos y los colectivos sociales. Garantizar que sean efectivos exige el compromiso de muchos actores sociales entre los cuales se destaca el Estado.
A partir de reconocer en las mujeres embarazadas especiales necesidades sanitarias que se relacionan íntimamente con las de los niños y niñas en el momento del nacimiento como parte de sus derechos humanos, el Ministerio de Salud de la provincia desarrolla una estrategia con diferentes líneas de acción que atraviesa toda la Red de Servicios.
Desde ella un menú de herramientas clínicas, tecnológicas y de gestión, se ponen a disposición de los equipos de atención para acompañar el proceso de atención del embarazo, parto y puerperio.
En estas líneas de acción confluye el financiamiento procedente de diferentes proyectos y programas de orden provincial, nacional y de la cooperación internacional que buscan resultados globales sobre los indicadores de mortalidad infantil y materna, entre otros.
Así la estrategia de Atención Primaria de la Salud con prioridad en el cuidado del embarazo, parto y puerperio articula las capacidades y competencias de todos los niveles de la red con base a un nuevo paradigma de atención perinatal que sin sustituir la dimensión técnico-científica le suma lo humanístico.
El Parto respetado
Es el que valora los derechos de las madres y recién nacidos, garantizando a las embarazadas, sus parejas o acompañantes tomar decisiones informadas y ser los verdaderos protagonistas de ése momento. Privilegia el desarrollo natural y evita la instrumentación, de ser posible, contemplando los deseos culturas y creencias de la familia.
En agosto del año 2004 se sancionó la Ley Nacional N° 25929 para garantizar el derecho a un parto natural, respetando las necesidades emocionales de la madre y el recién nacido, la intimidad y las pautas culturales, étnicas y religiosas, así como el acompañamiento por el padre, o quien la mujer elija, durante el trabajo de parto, el nacimiento y la internación. Rige para todo el sistema de salud —público, obras sociales y prepagas— y su incumplimiento es falta grave.
Las Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF) son aquellas que promueven fuertemente la participación activa de la mujer y la familia a lo largo de todo el proceso de atención del embarazo, parto y seguimiento del bebé. Desde el año 2010, UNICEF, el Ministerio de Salud de la Nación y los ministerios provinciales impulsan esta iniciativa que actualmente es una política del Estado nacional, a la que adhieren 102 hospitales públicos de 10 provincias argentinas. Desde su inicio, en 9 de estas 10 provincias se ha observado un descenso de las muertes infantiles y en 6, también de las muertes maternas.
Los 10 pasos para la transformación de las maternidades propuestos por la iniciativa MSCF
1. Reconocer el concepto de Maternidad Segura y Centrada en la Familia como una política de la institución.
2. Recibir y brindar cooperación de y para instituciones, para la transformación en MSCF.
3. Brindar apoyo a la embarazada y a su familia durante el Control Prenatal (CPN).
4. Respetar las decisiones de las embarazadas y de su familia en el trabajo de parto y en el parto.
5. Priorizar la internación conjunta madre-hijo o hija sanos, con la participación de la familia.
6. Facilitar la inclusión de la madre, del padre y del resto de la familia en la internación neonatal.
7. Organizar el seguimiento del recién nacido sano y, especialmente, del de riesgo luego del alta, en consultorios externos especializados que prioricen la inclusión familiar.
8. Contar con una Residencia para Madres (RM) que permita su permanencia junto con los recién nacidos internados.
9. Promover el servicio de voluntarios y voluntarias de la comunidad.
10. Fortalecer la implementación de la iniciativa Hospital Amigo de la Madre y el Niño (HAMN).