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El componente bucal de la salud se constituye en un aspecto fundamental para las condiciones de vida y de bienestar de la población, motivo por el que fue incorporado mundialmente en las metas del milenio.

La prevención y el cuidado de la salud bucal constituye para el Ministerio de Salud una responsabilidad que ha de asumirse en todos los niveles de la Red de Servicios abordando la problemática de manera amplia, interdisciplinaria y efectiva tanto en su dimensión biológica como social.

Por esos motivos las líneas de acción que se están implementando tienen que ver por un lado con garantizar el acceso oportuno a los servicios y la calidad del tratamiento, muchas veces mediante dispositivos especiales para grupos particularmente vulnerables como los discapacitados, los ciudadanos detenidos en las cárceles provinciales, las mujeres embarazadas o los enfermos de VIH/SIDA.

Otras líneas de acción se ocupan de la prevención de la enfermedad dental a través de la educación para el cuidado de los dientes, la promoción del cepillado y el consumo de alimentos saludables, la aplicación preventiva de flúor, más allá de políticas más generales como la fluoración del agua.